CUANDO
PESCÁBAMOS A MOSCA
Un amigo del foro de este blog envía al
editor las fotos de una colección de moscas que había montado y revivió de
inmediato la memoria de experiencias muy alentadoras en la introducción de esta
modalidad en Cuba, asociada a la difusión de conocimientos técnicos y del
énfasis conservacionista en la práctica de este deporte.
CUBANOS DE PESCA tiene su sección de mosca,
que es la nombrada “Zapatafly”. Quién sabe si un día logramos crear una
comunidad de pescadores a mosca cubanos, y cuando la idea prenda, veamos de
encontrarnos en algún sitio y hacer un pequeño evento que daríamos a conocer en
el mismo blog y el foro y en los sitios que cada cual tenga por su parte.
¿Por qué esta idea? Porque va para cinco años
que se efectuó por última vez el torneo Zapatafly. El Parque Nacional Ciénaga
de Zapata había iniciado en 2002 las gestiones con la Federación Cubana de
Pesca Deportiva para promover mediante un proyecto conjunto el desarrollo
de formas sostenibles de pesca deportiva del macabí y el sábalo a nivel local y
nacional, entre otros propósitos. En 2006 se logra poner en marcha el certamen
Zapatafly, que fue un verdadero éxito; representaba la primera ocasión en que
aficionados cubanos pescábamos a mosca, la primera en que hicimos una competencia
del macabí, la primera en que nos reunimos para debatir con elementos técnicos
acerca de toda una serie de eventos claves de la pesca deportiva –que en el
mundo es un tema de ciencia, por su valor como actividad recreativa y su aporte
económico al turismo, del mismo modo que la pesca comercial lo es por razón de
dar alimento-, la primera en que guías de pesca profesionales de diferentes
enclaves del archipiélagos participaban en certámenes de aficionados y se
conocían entre sí. También fue la segunda ocasión en que aficionados cubanos
participamos como pescadores en un área turística y la segunda asimismo en que
oficialmente participamos en un evento de capturar y soltar, porque estas dos
últimas aperturas corresponden al torneo Todos Estrellas de pesca de la trucha
que en 1998 organizó en el embalse Hanabanilla el recordado José Quintín
Cardoso Gómez, de Villa Clara, con el apoyo del hotel Hanabanilla Islazul y la
agencia de turismo de naturaleza ECOTUR. No se repitió. El Parque Nacional
Ciénaga de Zapata sí lo hizo, todas las veces que pudo.
Existía la intención de crear
todas las condiciones que aseguraran la continuidad del torneo Zapatafly. Si
algo conocemos de esta actividad, que nos sirva esta vez para asegurar que
Zapatafly pudo haber llegado a convertirse en uno de los más extraordinarios
turísticos creados en Cuba. Con la participación de cubanos, por supuesto.
Bien, entre 2006 y 2010 el Parque Nacional
Ciénaga de Zapata logró realizar por cuatro ocasiones el torneo Zapatafly, que en
conjunto llegó a reunir una nómina de medio centenar de aficionados cubanos a
la pesca a mosca. Fue un acontecimiento extraordinario del cual varios nos
sentimos satisfechos de haber formado parte. Incluia ese evento una sesión de
debates teóricos sobre temas de la pesca, una prueba de habilidades de lanzado
a fly y dos sesiones de pesca del macabí a mosca, modalidad capturar y soltar,
en Las Salinas. En la primera ocasión tuvo asimismo un tope de pesca del
sábalo, ídem, en el río Hatiguanico, ¡todo un lujo! Pero luego retiraron de
inmediato la pesca a bordo de lanchas a motor en el Hatiguanico, lo
suspendieron por una vez en 2007, año en que se intentaba disolver la
Federación Cubana de Pesca Deportiva y convertir la flota de embarcaciones de
pesca deportiva en productores de pescado. Esto último probablemente se logró
en alguna medida.
Una representación de la Federación Cubana de
Pesca Deportiva se había reunido en 2006, en Playa Larga, con especialistas del
Parque Nacional Ciénaga de Zapata y representantes de la comunidad y de las
instituciones locales. Ellos se interesaron por crear su filial de la
asociación de pesca, que allí no existió por muchos años, y de aquel encuentro
salieron las propuestas de firmar un Convenio de colaboración entre las
dos partes para poner en marcha el "Proyecto Introducción de la pesca
deportiva a mosca como modalidad sustentable de gran potencial recreativo y
herramienta de educación ambiental", redactado por el Parque Nacional; realizar
un Taller Teórico-práctico sobre la pesca a mosca y las potencialidades de esta
modalidad en Cuba, y crear un club, que sería parte de la estructura de la
Federación, para promover en el país la pesca a mosca y los valores que a ella
se querían asociar.
Surgió de esos acuerdos el torneo
Zapatafly, a los cuales se asociaron los talleres teórico-prácticos que en cada
edición ocupaban la primera jornada del programa... pero el Convenio nunca fue
firmado y Club jamás se creó. Un club habría significado la continuidad del
evento Zapatafly, la preservación de los valores creados en cuanto a
deportividad, a énfasis conservacionista, a promoción del desarrollo técnico.
Esa experiencia fue un gran adelanto para la
pesca a mosca en el país, pues fue un evento cuyas reglas se diseñaron a partir
de las más avanzadas que encontramos, lo mismo para la pesca que para las
habilidades en fly casting, porque nunca había habido un espacio de diálogo
especializado sobre la pesca deportiva, y porque la pesca a mosca no había
estado presente en la afición cubana ni siquiera en la época en que el Cuba
Spinning Club, la revista Fotos y la
sección “Yates y Pesca” de la revista Carteles
alentaron intensamente la pesca a vara y carrete con señuelos artificiales para
permear a los cubanos en los más avanzado de la deportividad de mediados del
siglo XX.
Incluso entonces, la mayoría de los
extranjeros que venían a pescar en Cuba andaban detrás de la aguja al trolling
y otros buscando la trucha (bass) a spincasting. Solo un producto turístico que
operaba un extranjero en la Isla de Pinos se dedicaba activamente a la mosca.
Es posible que tengamos que lamentar la
pérdida de una creación concebida de modo tan integral, gracias ante todo a la
sabiduría de especialistas del Parque Nacional Ciénaga de Zapata, que junto a
sus labores profesionales se desempeñaban como guías extraordinarios y creaban,
si se permite la franqueza, las mejores prácticas de conservación del recurso
natural de la que podemos dar testimonio en la operación turística de un
producto de pesca.
Todo ello es un valioso antecedente, ahora
que el Turismo volvió a apostar por la
náutica en su reciente convención. Algunos de los antiguos competidores de
Zapatafly nos contactamos y siempre surge el tema: ¿cuándo? La vida nos enseña
a no lamentarnos. Entre 1998 a 2002 tuvimos una excelente revista, Bitácora,
especializada en náutica recreativa. Desapareció. Es una pérdida importante, no
solo del medio, sino a causa de la dispersión de un equipo de trabajo que para
entonces tenía un mínimo de entre diez y veinte años de experiencia temática.
¿Vamos a lamentarnos? No hace falta: uno de estos días se gradúa en la
universidad alguno de esos muchachos y muchachas que viene que cortan, con lo
mejor de la técnica y la mirada más clara que haya alumbrado esta esquina del
Trópico de Cáncer. Que traten de decirles que no a ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario