28.5.15

CUANDO PESCÁBAMOS A MOSCA
Un amigo del foro de este blog envía al editor las fotos de una colección de moscas que había montado y revivió de inmediato la memoria de experiencias muy alentadoras en la introducción de esta modalidad en Cuba, asociada a la difusión de conocimientos técnicos y del énfasis conservacionista en la práctica de este deporte.
CUBANOS DE PESCA tiene su sección de mosca, que es la nombrada “Zapatafly”. Quién sabe si un día logramos crear una comunidad de pescadores a mosca cubanos, y cuando la idea prenda, veamos de encontrarnos en algún sitio y hacer un pequeño evento que daríamos a conocer en el mismo blog y el foro y en los sitios que cada cual tenga por su parte.
¿Por qué esta idea? Porque va para cinco años que se efectuó por última vez el torneo Zapatafly. El Parque Nacional Ciénaga de Zapata había iniciado en 2002 las gestiones con la Federación Cubana de Pesca Deportiva para promover mediante un proyecto conjunto el desarrollo de formas sostenibles de pesca deportiva del macabí y el sábalo a nivel local y nacional, entre otros propósitos. En 2006 se logra poner en marcha el certamen Zapatafly, que fue un verdadero éxito; representaba la primera ocasión en que aficionados cubanos pescábamos a mosca, la primera en que hicimos una competencia del macabí, la primera en que nos reunimos para debatir con elementos técnicos acerca de toda una serie de eventos claves de la pesca deportiva –que en el mundo es un tema de ciencia, por su valor como actividad recreativa y su aporte económico al turismo, del mismo modo que la pesca comercial lo es por razón de dar alimento-, la primera en que guías de pesca profesionales de diferentes enclaves del archipiélagos participaban en certámenes de aficionados y se conocían entre sí. También fue la segunda ocasión en que aficionados cubanos participamos como pescadores en un área turística y la segunda asimismo en que oficialmente participamos en un evento de capturar y soltar, porque estas dos últimas aperturas corresponden al torneo Todos Estrellas de pesca de la trucha que en 1998 organizó en el embalse Hanabanilla el recordado José Quintín Cardoso Gómez, de Villa Clara, con el apoyo del hotel Hanabanilla Islazul y la agencia de turismo de naturaleza ECOTUR. No se repitió. El Parque Nacional Ciénaga de Zapata sí lo hizo, todas las veces que pudo.
Existía la intención de crear todas las condiciones que aseguraran la continuidad del torneo Zapatafly. Si algo conocemos de esta actividad, que nos sirva esta vez para asegurar que Zapatafly pudo haber llegado a convertirse en uno de los más extraordinarios turísticos creados en Cuba. Con la participación de cubanos, por supuesto.  
Bien, entre 2006 y 2010 el Parque Nacional Ciénaga de Zapata logró realizar por cuatro ocasiones el torneo Zapatafly, que en conjunto llegó a reunir una nómina de medio centenar de aficionados cubanos a la pesca a mosca. Fue un acontecimiento extraordinario del cual varios nos sentimos satisfechos de haber formado parte. Incluia ese evento una sesión de debates teóricos sobre temas de la pesca, una prueba de habilidades de lanzado a fly y dos sesiones de pesca del macabí a mosca, modalidad capturar y soltar, en Las Salinas. En la primera ocasión tuvo asimismo un tope de pesca del sábalo, ídem, en el río Hatiguanico, ¡todo un lujo! Pero luego retiraron de inmediato la pesca a bordo de lanchas a motor en el Hatiguanico, lo suspendieron por una vez en 2007, año en que se intentaba disolver la Federación Cubana de Pesca Deportiva y convertir la flota de embarcaciones de pesca deportiva en productores de pescado. Esto último probablemente se logró en alguna medida.
Una representación de la Federación Cubana de Pesca Deportiva se había reunido en 2006, en Playa Larga, con especialistas del Parque Nacional Ciénaga de Zapata y representantes de la comunidad y de las instituciones locales. Ellos se interesaron por crear su filial de la asociación de pesca, que allí no existió por muchos años, y de aquel encuentro salieron las propuestas de firmar un Convenio de colaboración entre las dos partes para poner en marcha el "Proyecto Introducción de la pesca deportiva a mosca como modalidad sustentable de gran potencial recreativo y herramienta de educación ambiental", redactado por el Parque Nacional; realizar un Taller Teórico-práctico sobre la pesca a mosca y las potencialidades de esta modalidad en Cuba, y crear un club, que sería parte de la estructura de la Federación, para promover en el país la pesca a mosca y los valores que a ella se querían asociar.
Surgió de esos acuerdos el torneo Zapatafly, a los cuales se asociaron los talleres teórico-prácticos que en cada edición ocupaban la primera jornada del programa... pero el Convenio nunca fue firmado y Club jamás se creó. Un club habría significado la continuidad del evento Zapatafly, la preservación de los valores creados en cuanto a deportividad, a énfasis conservacionista, a promoción del desarrollo técnico.
Esa experiencia fue un gran adelanto para la pesca a mosca en el país, pues fue un evento cuyas reglas se diseñaron a partir de las más avanzadas que encontramos, lo mismo para la pesca que para las habilidades en fly casting, porque nunca había habido un espacio de diálogo especializado sobre la pesca deportiva, y porque la pesca a mosca no había estado presente en la afición cubana ni siquiera en la época en que el Cuba Spinning Club, la revista Fotos y la sección “Yates y Pesca” de la revista Carteles alentaron intensamente la pesca a vara y carrete con señuelos artificiales para permear a los cubanos en los más avanzado de la deportividad de mediados del siglo XX.
Incluso entonces, la mayoría de los extranjeros que venían a pescar en Cuba andaban detrás de la aguja al trolling y otros buscando la trucha (bass) a spincasting. Solo un producto turístico que operaba un extranjero en la Isla de Pinos se dedicaba activamente a la mosca.
Es posible que tengamos que lamentar la pérdida de una creación concebida de modo tan integral, gracias ante todo a la sabiduría de especialistas del Parque Nacional Ciénaga de Zapata, que junto a sus labores profesionales se desempeñaban como guías extraordinarios y creaban, si se permite la franqueza, las mejores prácticas de conservación del recurso natural de la que podemos dar testimonio en la operación turística de un producto de pesca.
Todo ello es un valioso antecedente, ahora que el Turismo volvió a apostar  por la náutica en su reciente convención. Algunos de los antiguos competidores de Zapatafly nos contactamos y siempre surge el tema: ¿cuándo? La vida nos enseña a no lamentarnos. Entre 1998 a 2002 tuvimos una excelente revista, Bitácora, especializada en náutica recreativa. Desapareció. Es una pérdida importante, no solo del medio, sino a causa de la dispersión de un equipo de trabajo que para entonces tenía un mínimo de entre diez y veinte años de experiencia temática. ¿Vamos a lamentarnos? No hace falta: uno de estos días se gradúa en la universidad alguno de esos muchachos y muchachas que viene que cortan, con lo mejor de la técnica y la mirada más clara que haya alumbrado esta esquina del Trópico de Cáncer. Que traten de decirles que no a ellos.


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