Pensar la pesca
LOS RESULTADOS DE UN TALLER PASADO POR AGUA
Cuatro ponencias llenaron, en jugosos debates, las horas marcadas en el programa de ZapataFly2008 para el Taller Teórico sobre pesca deportiva, experiencia única en Cuba que se introdujo como novedad en la apertura misma de esta serie competitiva en 2006.
Esta vez los ponentes fueron José Ramón Cuza Delgado, Presidente del Ejecutivo Nacional de la Federación Cubana de Pesca Deportiva (La pesca de competición y la conservación del medio ambiente), el especialista Luis Enrique Polo Márquez (Pesca de captura y suelta. Propuesta de uso público en el área protegida del Parque Nacional Cayos de San Felipe), Javier Báez Vila (La pesca deportiva de captura y suelta en la Empresa Nacional de Flora y Fauna) y el ingeniero Lázaro Viñola Valdés, cuya ponencia titulada El Parque Nacional Ciénaga de Zapata trató acerca de las estrategias de conservación y uso sostenible de ese importante humedal.
José Ramón Cuza señaló en su trabajo cómo durante los últimos años la asociación de los pescadores aficionados superó antiguos criterios de competencia basados en altos volúmenes de captura, dando prioridad a la habilidad, a la vez que educa en conceptos necesarios para el correcto manejo de esta actividad recreativa, tales como cuota máxima, talla mínima y a los aspectos éticos del deporte.
Se ha tomado conciencia de que la pesca deportiva representa un impacto ambiental, que se manifiesta no solo sobre los peces objeto de captura, sino que alcanza los fondos, la línea litoral y los organismos vivos usados como carnada, expresó el directivo de la FCPD.
En su investigación, Cuza tomó como ejemplo para estudio el Torneo de Spinning Marítimo que cada año efectúan al sur de la Isla de la Juventud, donde desde 2007 se estableció la norma de solo 3 ejemplares por jornada, con talla mínima de 25 cm. Solo un punto por libras, sin bonificar la cantidad de ejemplares, que era la base principal del resultado competitivo en años anteriores. De modo adicional, en la edición de este año 2008 se ensayó dos jornadas clasificatorias y una jornada final a la cual asisten los mejor ubicados en la tabla de posiciones, un tercio del total. Tales medidas no perjudicaron la calidad competitiva del certamen, subrayó el ponente.
Las ponencias de la empresa “Flora y Fauna”
La exposición por Luis Enrique Polo Márquez del proyecto de introducir la pesca deportiva como actividad sostenible en los cayos de San Felipe, al sur de la provincia de Pinar del Río, motivó uno de los intercambios más enriquecedores en la sesión teórica del encuentro de pesca deportiva. Especialistas en manejo ambiental y experimentados guías de pesca asistentes a la reunión, recomendaron sobre todo cautela a sus colegas en la introducción a la explotación turística del recurso.
El archipiélago de San Felipe está integrado por unos 40 cayos y cayuelos y en la ponencia presentada se hace referencia a 200 kilómetros cuadrados de área de pesca en la costa norte, lo cual, a partir de estimados empíricos de capacidad de carga, consideraron suficiente para operar con ocho lanchas a motor a razón de 224 horas de pesca semanales.
Solicitada mayor precisión, se informó que la mencionada extensión se calculaba a partir de la orilla hasta la isobata de 5 metros, zona en la que se realizarían diversos tipos de pesca. Sin embargo, en la propia exposición la zonificación que muestran en cuatro áreas de potencialidad para la pesca del macabí alcanza a un total de 21.32 km2, extensión en la cual el exceso de tráfico de embarcaciones a motor podría resultar contraproducente, estiman conocedores, no obstante que las lanchas sólo usen la propulsión a motor para acercarse a la zona de pesca, y ya el ella se impulsen a palanca.
Otro aspecto que probablemente requieran un estudio particular en San Felipe es el dato de que 13 comunidades pescan en la misma área, acerca de cuya cuestión Lázaro Viñola
subrayó la importancia de que la comunidad tenga acceso al recurso marino en armonía con los restantes fines, sean la pesca comercial o la turística. En relación con la capacidad de carga, apuntó que un área protegida puede tener licencia para un número de lanchas, pero lo racional es emplear un mínimo de embarcaciones, limitar la explotación y el impacto, sobre todo de embarcaciones a motor, aunque el Turismo exija más explotación para obtener más ingresos.
En la exposición acerca de la gestión de la pesca deportiva como actividad sostenible por la empresa de Flora y Fauna, Javier Báez Vila puntualizó que la misma se desarrolla en áreas marinas protegidas administradas por la propia entidad, con el objetivo de “contribuir a la conservación de los ecosistemas marinos”, concibiendo la operación como “una forma de tener ingresos para la conservación y protección del área”.
La empresa, adscrita al Ministerio de Agricultura, tiene en operaciones los centros de pesca Las Brujas (Villa Clara), Tunas de Zaza ( Sancti Spíritus), Cayo Cruz (Camaguey), Cayo Paredón Grande (Ciego de Avila), Cayos de San Felipe (Pinar del Río), Manatí (Las Tunas) y la laguna de Leonero, importante coto de pesca de lobina negra boquigrande, en Granma. Cuentan con 30 guías y embarcaciones de fondo plano y a motor, incluidos modernos flats boats.
En el debate, el especialista ambiental Lázaro Cotayo sugirió focalizar más algunas de las áreas de pesca de la empresa en la pesca a mosca, mientras José Ramón Cuza, presidente de la FCPD, señaló que parte del recurso generado por la explotación turística de la pesca deportiva debe usarse para fomentar la conservación de las áreas protegidas donde se lleva a cabo.
Pesca deportiva y educación ambiental en Ciénaga de Zapata
En Ciénaga de Zapata existen 450 000 hectáreas de terrenos protegidos bajo diferentes categorías de manejo para la conservación de sus valores naturales. Una parte de esa extensión, en Las Salinas y el río Hatiguanico, comienza a ser conocida por pescadores de varios paises. Un total de 25 proyectos de conservación se hallan activos en este Parque Nacional, entre los que se incluye la educación ambiental mediante la práctica de la pesca deportiva de captura y suelta; en dicha vertiente de trabajo se inscribe precisamente el torneo Zapatafly y el taller teórico a él asociado.
Un estudio estadístico de más de un lustro demuestra la estabilidad de las capturas de macabí acorde con el incremento de la presión de pesca (por el aumento de clientes). La repitencia de los visitantes tiene una tendencia al incremento y fue de más de un 25 por ciento el pasado año. En la explotación turística de la pesca del macabí las estadísticas recogen una media superior a 7 macabíes capturados por cliente y sesión de pesca, con casi un 75 por ciento de captura de los peces que pican.
Como garantía de calidad para su oferta de pesca, Ciénaga de Zapata cuenta con un código de conducta que prescribe el uso exclusivo de cañas de mosca en Las Salinas, la liberación estricta de cada pez anzolado y el cuidado ambiental de las áreas de pesca, entre otros requisitos. La capacidad de carga la fijan en 24 sesiones de pesca semanales con no más de 6 pescadores por día.
Un importante resultado del primer Taller teórico de la pesca deportiva, efectuado al inicio de Zapatafly2006, dos años atrás, fue la creación de un Programa de Estudios de Pesca Deportiva, avalado por la federación cubana de ese deporte y aplicado por primera vez en Ciénaga de Zapata durante un curso en el que recibieron formación unos 30 guías y aspirantes.
LOS RESULTADOS DE UN TALLER PASADO POR AGUA
Cuatro ponencias llenaron, en jugosos debates, las horas marcadas en el programa de ZapataFly2008 para el Taller Teórico sobre pesca deportiva, experiencia única en Cuba que se introdujo como novedad en la apertura misma de esta serie competitiva en 2006.
Esta vez los ponentes fueron José Ramón Cuza Delgado, Presidente del Ejecutivo Nacional de la Federación Cubana de Pesca Deportiva (La pesca de competición y la conservación del medio ambiente), el especialista Luis Enrique Polo Márquez (Pesca de captura y suelta. Propuesta de uso público en el área protegida del Parque Nacional Cayos de San Felipe), Javier Báez Vila (La pesca deportiva de captura y suelta en la Empresa Nacional de Flora y Fauna) y el ingeniero Lázaro Viñola Valdés, cuya ponencia titulada El Parque Nacional Ciénaga de Zapata trató acerca de las estrategias de conservación y uso sostenible de ese importante humedal.
José Ramón Cuza señaló en su trabajo cómo durante los últimos años la asociación de los pescadores aficionados superó antiguos criterios de competencia basados en altos volúmenes de captura, dando prioridad a la habilidad, a la vez que educa en conceptos necesarios para el correcto manejo de esta actividad recreativa, tales como cuota máxima, talla mínima y a los aspectos éticos del deporte.
Se ha tomado conciencia de que la pesca deportiva representa un impacto ambiental, que se manifiesta no solo sobre los peces objeto de captura, sino que alcanza los fondos, la línea litoral y los organismos vivos usados como carnada, expresó el directivo de la FCPD.
En su investigación, Cuza tomó como ejemplo para estudio el Torneo de Spinning Marítimo que cada año efectúan al sur de la Isla de la Juventud, donde desde 2007 se estableció la norma de solo 3 ejemplares por jornada, con talla mínima de 25 cm. Solo un punto por libras, sin bonificar la cantidad de ejemplares, que era la base principal del resultado competitivo en años anteriores. De modo adicional, en la edición de este año 2008 se ensayó dos jornadas clasificatorias y una jornada final a la cual asisten los mejor ubicados en la tabla de posiciones, un tercio del total. Tales medidas no perjudicaron la calidad competitiva del certamen, subrayó el ponente.
Las ponencias de la empresa “Flora y Fauna”
La exposición por Luis Enrique Polo Márquez del proyecto de introducir la pesca deportiva como actividad sostenible en los cayos de San Felipe, al sur de la provincia de Pinar del Río, motivó uno de los intercambios más enriquecedores en la sesión teórica del encuentro de pesca deportiva. Especialistas en manejo ambiental y experimentados guías de pesca asistentes a la reunión, recomendaron sobre todo cautela a sus colegas en la introducción a la explotación turística del recurso.
El archipiélago de San Felipe está integrado por unos 40 cayos y cayuelos y en la ponencia presentada se hace referencia a 200 kilómetros cuadrados de área de pesca en la costa norte, lo cual, a partir de estimados empíricos de capacidad de carga, consideraron suficiente para operar con ocho lanchas a motor a razón de 224 horas de pesca semanales.
Solicitada mayor precisión, se informó que la mencionada extensión se calculaba a partir de la orilla hasta la isobata de 5 metros, zona en la que se realizarían diversos tipos de pesca. Sin embargo, en la propia exposición la zonificación que muestran en cuatro áreas de potencialidad para la pesca del macabí alcanza a un total de 21.32 km2, extensión en la cual el exceso de tráfico de embarcaciones a motor podría resultar contraproducente, estiman conocedores, no obstante que las lanchas sólo usen la propulsión a motor para acercarse a la zona de pesca, y ya el ella se impulsen a palanca.
Otro aspecto que probablemente requieran un estudio particular en San Felipe es el dato de que 13 comunidades pescan en la misma área, acerca de cuya cuestión Lázaro Viñola
subrayó la importancia de que la comunidad tenga acceso al recurso marino en armonía con los restantes fines, sean la pesca comercial o la turística. En relación con la capacidad de carga, apuntó que un área protegida puede tener licencia para un número de lanchas, pero lo racional es emplear un mínimo de embarcaciones, limitar la explotación y el impacto, sobre todo de embarcaciones a motor, aunque el Turismo exija más explotación para obtener más ingresos.
En la exposición acerca de la gestión de la pesca deportiva como actividad sostenible por la empresa de Flora y Fauna, Javier Báez Vila puntualizó que la misma se desarrolla en áreas marinas protegidas administradas por la propia entidad, con el objetivo de “contribuir a la conservación de los ecosistemas marinos”, concibiendo la operación como “una forma de tener ingresos para la conservación y protección del área”.
La empresa, adscrita al Ministerio de Agricultura, tiene en operaciones los centros de pesca Las Brujas (Villa Clara), Tunas de Zaza ( Sancti Spíritus), Cayo Cruz (Camaguey), Cayo Paredón Grande (Ciego de Avila), Cayos de San Felipe (Pinar del Río), Manatí (Las Tunas) y la laguna de Leonero, importante coto de pesca de lobina negra boquigrande, en Granma. Cuentan con 30 guías y embarcaciones de fondo plano y a motor, incluidos modernos flats boats.
En el debate, el especialista ambiental Lázaro Cotayo sugirió focalizar más algunas de las áreas de pesca de la empresa en la pesca a mosca, mientras José Ramón Cuza, presidente de la FCPD, señaló que parte del recurso generado por la explotación turística de la pesca deportiva debe usarse para fomentar la conservación de las áreas protegidas donde se lleva a cabo.
Pesca deportiva y educación ambiental en Ciénaga de Zapata
En Ciénaga de Zapata existen 450 000 hectáreas de terrenos protegidos bajo diferentes categorías de manejo para la conservación de sus valores naturales. Una parte de esa extensión, en Las Salinas y el río Hatiguanico, comienza a ser conocida por pescadores de varios paises. Un total de 25 proyectos de conservación se hallan activos en este Parque Nacional, entre los que se incluye la educación ambiental mediante la práctica de la pesca deportiva de captura y suelta; en dicha vertiente de trabajo se inscribe precisamente el torneo Zapatafly y el taller teórico a él asociado.
Un estudio estadístico de más de un lustro demuestra la estabilidad de las capturas de macabí acorde con el incremento de la presión de pesca (por el aumento de clientes). La repitencia de los visitantes tiene una tendencia al incremento y fue de más de un 25 por ciento el pasado año. En la explotación turística de la pesca del macabí las estadísticas recogen una media superior a 7 macabíes capturados por cliente y sesión de pesca, con casi un 75 por ciento de captura de los peces que pican.
Como garantía de calidad para su oferta de pesca, Ciénaga de Zapata cuenta con un código de conducta que prescribe el uso exclusivo de cañas de mosca en Las Salinas, la liberación estricta de cada pez anzolado y el cuidado ambiental de las áreas de pesca, entre otros requisitos. La capacidad de carga la fijan en 24 sesiones de pesca semanales con no más de 6 pescadores por día.
Un importante resultado del primer Taller teórico de la pesca deportiva, efectuado al inicio de Zapatafly2006, dos años atrás, fue la creación de un Programa de Estudios de Pesca Deportiva, avalado por la federación cubana de ese deporte y aplicado por primera vez en Ciénaga de Zapata durante un curso en el que recibieron formación unos 30 guías y aspirantes.
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